Alberta Ferretti
es una de las diseñadoras más veteranas de la moda italiana. Nació en 1950 en
Cattolica, una ciudad de la costa adriática, que ha sido desde siempre su
principal centro de operaciones y donde abrió su primera tienda la cumplir la
mayoría de edad. Con tesón,
esfuerzo y, sobre todo, mucho talento logró
hacerse un hueco en el mundo de la moda con su propia marca, a la que completó,
pocos años después, con una segunda línea, más joven, denominada Philosophy. Responsable, junto a su hermano, de la
empresa Aeffe -propietaria de la mayor
parte de firmas como Jean
Paul Gaultier, Ungaro o Narciso Rodriguez-, cercana, familiar y comprometida, es una de las pocas mujeres que puede presumir de poseer y controlar una firma de moda con una
larga -y solvente- trayectoria en la industria.
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| Alberta Ferretti. Fuente: Zimbio |
La carrera de Alberta Ferretti en el mundo de la moda se remonta a 1974, cuando crea una pequeña boutique donde vender sus creaciones. El local de dos plantas le permitirá acercarse al público, ya que es ella misma la que se encuentra tras el mostrador, pero también contar con un pequeño taller, en la planta de arriba, desde el que dar rienda suelta a su imaginación. Y así, en este primer contacto con la moda, comenzar a fraguar el lanzamiento de una marca que no tardará mucho en convertirse en un referente a nivel internacional.
Seis años más
tarde, ya en 1980, Alberta crea su propia empresa de diseño y producción de
prendas, Aeffe SPA, junto a su hermano Massimo, primer paso hacia la creación
de la identidad Ferretti. Y a partir de entonces, todo rueda. En 1983 debuta en
la prestigiosa pasarela de Milán y en 1984 crea su celebradísima segunda línea,
Philosophy di Alberta Ferretti, una apuesta por el mercado más joven, no sólo
por el punto étnico que siempre destilan sus colecciones, sino por sus precios,
algo más bajos.
Los años 90 son
esenciales en la carrera de Alberta Ferretti. Alejada del canon que se impone
en Estados Unidos, donde el minimalismo de Calvin Klein o Donna Karan causa
furor, la marca italiana propone a una mujer que encuentra la sofisticación no
en la sobriedad, ni tampoco en el exceso, pero sí en resaltar lo mejor de la
condición femenina a través de gasas y rasos que marcan su anatomía, sin
resultar obscenos. La década de los 90 es también importante para esta firma
porque la marca traslada su sede al Castillo de Montegridolfo, la que es aún su
casa cerca de Rimini, lo que le valdrá en el año 2000 la Medalla de Honor a a
Conservación de los Bienes Culturales de Italia.
Desde 2001,
Alberta Ferretti ha expandido su negocio a través de la creación de prendas de
baño y moda íntima y más recientemente a través de Alberta Ferreti Girls, con
ropa infantil para las pequeñas fashionistas, y ha consolidado su visibilidad a
nivel mundial a través de la apertura de tiendas de la marca en varios continentes.
Una de sus principales aportaciones al diseño de ropa ha sido apostar por la armonía de las formas y la ligereza de las prendas. A ella se debe el vestido-combinación, una prenda muy femenina y sensual, dos adjetivos que definen sus creaciones. Fiel a este principio, supo desmarcarse del estilo unisex y minimalista de los trajes de chaqueta imperante en los años 90 y proponer pequeñas camisetas con chaquetas de punto por encima, que hoy se han convertido en indumentaria habitual de muchas mujeres.
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| Desfile Primavera/Verano 2014. Fuente: Pecari |


















